Norton Maza y sus creaciones son el resultado de un conflicto entre la realidad que vemos y la realidad que nos quieren hacer creer, la manipulada. La más clara intención que logro percibir al ver estas exposiciones es que aquí nadie nos está manipulando, sólo nos está presentando el orden de las cosas como son o cómo deberían ser, frente a esta visión nos vemos enfrentados a una poética de símbolos que trabajan para que conozcamos una verdad incómoda que trabaja todos los días frente y sobre nuestras narices.
Las corporaciones trabajan por el petróleo y mantener el orden mundial, los ejércitos protegen al gobierno de EE.UU. y también protegen a los países con más petróleo en el mundo, la iglesia anuncia el fin del mundo y protege a los desvalidos, George Bush denomina la guerra contra el terrorismo mientras los locales de comida rápida invalidan a las personas, eso sí; existen niños que juegan a crear mundos ajenos a esta realidad, mundos justos, equitativos y sanos, sin dobles intenciones.
La instalación que hace Norton en “Luces de Caos” sobre el llamado orden mundial nos habla de esta poética, la de los juguetes que nos entregan una mirada subjetivamente naive, ya que nadie podrá estar de acuerdo en que los objetos fueron puestos al antojo de sus ayudantes o sujetos a la disposición del espacio, ciertamente hay una adecuación del espacio pero en las dos galerías existe una apropiación del lugar, como este artista nos tiene acostumbrados. Su fijación por las composiciones barrocas queda expresada primero en esta ante sala en la que nos contextualiza; las fotografías celestiales de la galería Patricia Ready o las esculturas trastocadas de la galería Gabriela Mistral, su mirada barroca-kitsh se funde después con una mirada naive-crítica, estas claves nos dejan atónitos frente a un mensaje de crítica social, utilizando los mismos materiales en donde el término sociedad se resiente; las poblaciones más humildes, con materiales de deshechos y precariedad en las construcciones, pero nunca olvidando la composición coherente, en este sentido este artista nos invita a darle un análisis más profundo a la marginalidad, que no pasa por un tema de recursos ni de precariedad,sino que habla del ingenio y la buena utilización del espacio, concepto que se ha visto en obras anteriores de este artista de excelente recepción como en TERRITORY.
Inicialmente, el territorio nos define, luego vienen nuestras formas y modos, luego nuestra apropiación de estos elementos, pero finalmente siempre nos vemos limitados; porque no somos ni inmortales ni líderes mundiales, es por eso que siempre aparecen personajes como el Papa, Dios y sus mensajes del cielo, lideres mundiales, la bolsa de comercio… y ¿qué nos queda? Apropiarnos e ingeniarse la forma de escapar de esos tortuosos destinos a la que sociedad y la iglesia nos tiene destinados como cerdo hacia un matadero (el simbolismo utilizado en el carrusel de “La Máquina”) , ambas perspectivas (el liberalismo y el Apocalipsis) traspasan la barrera en los trabajos de este artista, y creo que a los espectadores eso les ha atraído de Norton, la forma en cómo re-educa nuestra perspectiva de mirar la cotidianidad como nuestro único punto de inicio de querer hacer mejores la cosas, ya que conceptos como la bolsa de comercio nos parecen tan hiperreales, como la máquina del neo-liberalismo que trabaja incesantemente sin que la sintamos.
Los ejércitos de soldados y juguetes que luchan por el petróleo en el atrio mayor de la exposición “Luces de Caos”, luchan en la mente de la retorcida visión de un feligrés que solicita la resurrección de Jesucristo. Pero pareciera que la figura del Hijo de Dios acomodado al medio de la instalación está ausente, mientras observa que los medios educan a los niños con la creación de figuras de acción, mientras percibe que la gente está siendo cautelosa al elegir las mejores ofertas del mercado y que engorda con comida rica en ácidos grasos para pasar el invierno sin complicaciones, mientras es testigo de las conspiraciones entre George Bush y Benedicto XVI, en ése momento el arrepentido feligrés es invitado a sentirse como una rata de alcantarilla, mientras sostiene unos binoculares en donde no puede comprobar ninguna de las mentiras que los artistas crean. Por eso Obama es otro gran ausente.
"Luces de Caos" en Galería Gabriela Mistral hasta 30 de Abril (gratis)
"La Máquina" en Galería Patricia Ready hasta 17 de Abril (gratis)
1 comentarios:
Es cierto que el desorden y el caos nos pueden llegar a desnudar lo sincero y cierto que es el orden de nuestra realidad.
Siempre será muy amigable y placentero poder leerte así! Fuerza!
Giorgio
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