“…gusto por la libertad, gusto por lo vulgar, gusto por lo lujurioso…” así es como la
exposición de arte contemporáneo Chino enmarca y enumeran las diferentes maneras
en que los artistas de esa nacionalidad han preferido batallar en contra de la realidad
social a la que se han visto enfrentados. “una comunidad de gustos” que va al rescate
de tradiciones ancestrales además de atestiguar el impacto de la globalización, la vida
en las ciudades, la serialidad, el desasosiego, la rutina, los juegos de azar, el mercado,
la conectividad y las comunicaciones, los retratos de personas que son protagonistas
de sus propias historias…diversas. Valiéndose de la inagotable fuente de inspiración
que son las singularidades dentro las ciudades, las historias íntimas y sus motivaciones.
Diferentes temáticas como “el espejo”, “el alienígena”, “espectáculo”, “milagro”, “arco
iris”, “eclipse total” nos indican que la perspectiva de muchos artistas apunta al “aquí
y ahora”, reaccionando a la convivencia diaria con elementos con características
particulares. Es aquí donde encuentro un trabajo algo más fuera de común: “30
cartas a Qiu Jiawa”con sus lienzos en donde se tocan temas como la exportación,
entiéndase como recurso, producto o capital humano. China es de hecho conocido
como el país lider en cuanto a manufacturación de productos, en donde la mano de
obra es casi sinónimo de fuente inagotable de trabajo, además de ser la tierra en donde
apuntan los ojos de los empresarios de todo el mundo para hacer rendir el capital.
En el “el futuro que ellos describen es sólo un espejismo” se logra visualizar por
encima de la composición una montaña rusa con intrincados pasajes. En “no intentes
dejar el presente” se ve un bebé, una lanza y un ave. En “debes creer en los cambios”
se ven frutas y verduras. En “aunque se dijo que fugaz, una vez lo fue todo” se
logran apreciar algunos signoss de “imaginación” como estrellas y astros. En “una
vez apenas sobreviviste” se ve frutas y una barcasa. En “debes retroceder el pasado
de vez en cuando” hay unos imanes que apuntan hacia abajo, que representan
una fuente de energía. Todos títulos referentes a un dolor arraigado en elementos
naturales, procedentes de la tierra que tienen que ver con recursos de índole “finito”.
Los lienzos en su composición están divididos en 3 partes, de arriba hacia abajo;
recurso-proceso industrial-deshecho. Situando a la fabrica y sus métodos como
el “precipicio” en donde la humanidad debe comprender que estamos a punto de
convertir estos elementos tan vitales (asi como nosotros mismos) en cenizas y polvo.
Con una mirada nostálgica por donde incluso se sobrevalora una humanidad precaria
y con escaso desarrollo, sus sugerentes títulos deprimentes, más un estilo de pintura
remitido sólo al uso de un pincel y un color, nos plantea una pauta para las siguientes
generaciones, casi cayendo en una especie de “10 mandamientos” angustiosos, con una
necesidad imperiosa de que el menester actual es volver al pasado, cuando se creía en
palabras como “progreso” y “futuro” pensando en que esto sería lo mejor que pudiera
pasarnos.
en Mac parque forestal hasta el 16 de Septiembre.
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